Masajes para hacerte dormir
Sé que no soy a la única a la que le ha pasado: escondí mi teléfono, dejé de tomar café y comencé a tomar distintas clases de té, elixires para dormir, pero hasta ahora nada de eso me ha funcionado para lograr erradicar este bendito insomnio, ¡y ya se imaginarán lo frustrante que eso puede ser! Normalmente me duermo alrededor de las 12:30 y me levanto a las 3 o 4 de la mañana. “No importa”, me decía a mí misma, “algunas personas están destinadas a estar despiertas más que otras”.
Desafortunadamente, este pensamiento de “automotivación” no fue suficiente para poder enfrentar las consecuencias que, a largo plazo, deja el no dormir lo suficiente. Y es que, de acuerdo con https://www.elespectador.com/, el insomnio puede hacer que las personas sientan más hambre a lo largo del día; según el artículo, la falta de sueño hace que uno elija casi siempre comida chatarra para mitigar esas ganas de comer, y eso es algo que yo, personalmente, he experimentado. También se habla sobre el riesgo de sufrir accidentes, de estar más expuestos al virus de la gripa y uno que, particularmente es el que más me llena de temor, es el riesgo de ser menos atractiva físicamente. No dormir también afecta la memoria y hace que estemos más irritables y de mal humor.
No podemos decir que vamos a recuperar el sueño perdido cuando tengamos oportunidad. Tal como lo dijo recientemente un especialista en la televisión: “dormir no es como tener una cuenta en el banco, no se puede acumular una deuda y luego intentar pagarla en otro momento". Sumida estaba yo reflexionando en estas palabras cuando recibí una llamada por mi cell; era mi prima Isa que vive en Miami hace aproximadamente unos 10 años y me habló de una empresa llamada Zeel que brinda servicios de masajes de sueño en el hogar. “¿Estás loca?”, le dije, “no puede existir una empresa que brinde este tipo de servicios, y si de pronto existiera, quien sabe que es lo que harían después de dejarte profundamente dormida”. “Che, Mary, vos pensás así porque vivís en Latinoamérica, pero acá te aseguro que es otro cuento”. “Como si por allá no existieran locos, ni gente enferma”, le respondí. El caso es que ella me habló de Zeel y de los servicios que brinda; ella no lo ha probado aún, pero si su mejor amiga, y le contó que los masajes, a diferencia de los masajes suecos que consisten en aliviar la tensión de los músculos tensos, emplean movimientos largos de deslizamiento y relajación por la espalda. Es casi como llevar al bebé a la cama; este tipo de masaje está diseñado para inducir un estado de calma y relajación que conduzca al sueño.
Mi prima me contó que vos podés elegir si querés que sea un hombre o una mujer quien te haga el masaje en tu casa o apartamento. El, o la masajista, llega 10 minutos antes de su cita programada con una mesa plegable de masaje. Vos tenés que proporcionarle dos hojas y una funda de almohada y el encargado de “hacerte dormir” se ocupa de la temperatura, la iluminación, la música, el olor y demás detalles. Te coloca boca abajo en una mesa de masaje al pie de tu propia cama; el hombro y la carne de la espalda se amasan rítmicamente, una y otra vez por una hora ininterrumpida. “Mi amiga me contó que es como si se saliera y entrara en un estado de trance asistido por aceite de lavanda. Una vez finalizada la sesión el masajista se deslizó silenciosamente y ella se metió en la cama para quedar profundamente dormida a los pocos segundos”, me contó la Isa.
A ella le funcionó; no sé, tal vez si en Buenos Aires existiera (si no es que existe ya) un sitio que haga lo mismo me podría decidir a dejar que un extraño ingrese a mi habitación a mitad de la noche, aunque si el masajista se parece a Cristiano Ronaldo dudo mucho que logre curarme de este insomnio.